Cabalgando como cada mañana (Giovanni)

-No me propongo nada, simplemente, no he estado acostumbrado a tratar tan bien a alguien desde hace años - confesé. -Mis seres queridos murieron, y solo me quedó la gente de la calle, y ahora que te encuentro, pues no sé, me resulta demasiado extraño ser también tan bueno contigo - comenté

Me asuste y a la vez me entristeci por lo que me habia contado. Todo aquello sobre sus parientes, me dolia. Yo tambien habia perdido a mi madre pero no era una cosa que solia hablar. - Se por lo que se pasa cuando se pierde a alguien, aunque sea de distinta manera. Solo espero que no cambie mi buena suerte y siga tratandome de la misma manera Capitan Firelli. - Peine mi cabello que se movia con el viento de aquella estacion. Agache un poco la cabella a causa de la proximidad de nuestros cuerpos.

-Tranquila, que no va a cambiar, te lo prometo, ¿vale? - sonreí de medio lado, tomandola de la mano y acariciando esta. -Además, si no siempre puedes coger y tirarme por la borda - bromee.

Sonrei dulcemente cuando me prometio aquello. Suspire y deje que acariciara mi mano - Aqui no tenemos borda señor Firelli, podria tirarle al lago no es cierto? - Rei suavemente mientras mi otra mano acariciaba la que cogia la mia. Un acto reflejo repetia mi mente mientras pensaba porque estaba acariciandolo.

Me reí un momento y despues la miré: -Mismamente vale, pero no hay tiburones, no tiene gracia - sonreí, aun mirandola, para despues tomarla de la cintura y atraerla algo hacia él. -Tal vez incluso podamos bailar algo, no sé...

Me atrajo con su brazo al rededor de la cintura y me pego a su cuerpo. Nuestros rostros quedaron a escasos centimetros y yo no podia sofocar la respiracion - Sabe usted bailar? - Pregunte con voz queda

-Sé algo.... - la miré un momento fijamente, notando su cuerpo pegado al suyo, para despues, finiquitar la distancia que quedaba entre sus rostros, besándola con ternura pero timidamente.

Me beso. Me esta besando. Me esta besando... son las unicas palabras que repetia mi mente mientra sentia sus suaves labios sobre los mios. Conteste al beso rindiendome a sus encantos para poco despues separar nuestros labios. Lo mire fijamente y ladee la cabeza - No... no es eso exactamente lo que yo entiendo por bailar.

Tras separarme de ella, aun mirándola fijamente a los ojos, cercana aun a su rostro, sonreí de medio lado: -Debo confesar que he improvisado algo - bromeé algo, sonriendo de medio lado.

Sentia su cuerpo muy proximo. Sonrei mientras su aliento caliente chocaba contra mi rostro. - Y va a acostumbrar usted a improvisar de esa manera en nuestro viaje Señor? - Dije posando mis brazos alrededor de su cuello y mirando disimuladamente al rededor. Si alguien nos veia en esa posicion, mi reputacion seria aplastada.

Entrecerré los ojos divertido, para sonreir de medio lado: -Hmmm, posiblemente si - contesté antes de darle un beso en su frente, sonriendo de medio lado. -Si a usted no le incomoda claro - aseguré. -En caso contrario, bueno, ya sabes

Antes que contestar con palabras, lo primero que se me ocurrio fue alcanzar sus labios con los mios. Asenti mientras nos besabamos en respuesta a su pregunta. Un fuego recorrio todo mi cuerpo y con mis maos agarre al pirata por el cabello. Algo dentro de mi hizo reaccionar, me estaba portando como una furcia y no podia ser asi. Me gustaba todo aquello, no estaba acostumbrada a ello pero no podia seguir asi. Tendria que poner unos limites entre el señor Firelli y yo.

Me tomó por sorpresa el segundo beso. No pude hacer otra que corresponderlo, dejándome llevar por los labios de Gabrielle. Sus manos fueron a parar a mi pelo, mientras que mis brazos rodearon su cintura y la acariciaron. No sabía muy bien como reaccionar, pero, al menos, aquel momento, le estaba gustando.

Poso sus manos en los hombros del pirata y empujo para separarse. Bajo la cabeza y se aliso la falda que estaba hecha un desastre. Sus mejillas estaban coloradas, lo notaba por el calor que desprendian. Suspiro y se dirigio mirando al caballero pero no directamente a los ojos. - Señor, esto no puede volver a pasar. - Dijo sin mas tragando saliva

La miré un momento, seriamente, sin apartar mi mirada de sus ojos, hasta que ella, bajó la cabeza. -Primeramente, no me llames señor, llamame Giovanni, ¿vale? - dije con mi marcado acento italiano. -Y segundo, si es así lo que deseas, pues... así es. No quiero forzarte a hacer algo que tal vez no quieras...

Mordi mi labio inferior pensativa, estaba claro que queria besarle, a cada momento pero no era decoroso por mi parte y menos en un sitio como aquel bosque, nos veria todo el mundo. En su barco estaba claro que tendriamos mas intimidad pero... deberia decirle que no antes que nada para salvarse las espaldas. - Lo siento Giovanni, tiene que entenderme.. no puedo hacer estas cosas, no una chica con mi posicion social y mi reputacion.

Asentí, sonriendo de medio lado, comprendiendo perfectamente a que se refería, pues él en una ocasión, es más, en el pasado, estuvo atado a ese enorme conjunto de reglas que se adquiría una vez uno formaba parte de la nobleza. La mire, y acaricié por última vez su rostro:

-Bueno, siempre nos quedará el barco, si usted gusta - susurré, para finalmente, levantar la mirada hacia el cielo, -Y la noche del tercer día, comienza a llegar, y mañana, partiremos - sonreí nuevamente.

- Deberiamos volver ya, no vayamos a costiparnos, parece que empieza a venir el frio - Comente intentando recomponerme despues del momento que acababa de pasar entre nosotros mientras sonreia - A que hora deberia partir hacia el puerto Giovanni, para zarpar mañana? - Pregunte curiosa

-Si, ya se nota el frio - comenté. -La acompañaré a casa y mañana, a eso de las siete, venga al barco, la estaré esperando para el viaje - sonreí

Sonrei y agarre su brazo para que me acompañara. Cogimos los caballos y y cabalgamos de vuelta a mi mansion. Pasamos el rato hablando de todas las cosas en relacion a nuestra forma de vida. Llegamos a los establos propiedad de mi padre y desmonte a Black. Me alise el vestido y me dirigi al capitan - Muchas gracias por acompañarme Giovanni. Espero verlo mañana - Dije mientras cogi su mano y bese sus nudillos.

Observé a la chica besando mis nudillos y sonreí de medio lado: -De nada bella dama Gabriele - contesté sonriendo divertido. -Mañana nos veremos en el sitio acordado pues... - añadí para despues, subirme a mi corcel y observarla antes de que, con un gesto de mi cabeza, me despidiera finalmente.

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